Cuando la Tecnología se Vuelve Dios: El Final del Humanismo
🔹 ¿Qué es la Tecnoreligión?
La tecnoreligión es una ideología que cumple las mismas funciones que tradicionalmente cumplían las religiones: dar sentido, dirección, propósito y una promesa de salvación, pero usando tecnología en lugar de Dios, espíritus o entidades sobrenaturales.
En lugar de rezar a un ser divino o creer en un alma inmortal, la tecnoreligión propone que:
- La tecnología sea la fuente de salvación.
- El progreso tecnológico produzca felicidad, trascendencia y soluciones a los problemas humanos.
- La mejor evolución del ser humano provenga de algoritmos, ingeniería genética, IA, neurotecnología y mejoras físicas o cognitivas.
Dentro de la tecnoreligión hay dos grandes ramas:
A) Tecnohumanismo (transhumanismo humanista)
Plantea que:
- Los humanos deben usar tecnología para mejorarse y pasar de Homo sapiens a Homo deus.
- La humanidad debe conservar su posición dominante en el planeta.
- La tecnología debe expandir nuestras capacidades mentales, físicas y emocionales.
El tecnohumanismo sí cree en algo parecido al “yo interior” y en el valor de la experiencia humana.
Busca preservar lo humano… pero transformándolo.
B) Dataísmo
Es más radical y afirma que:
- Homo sapiens ya cumplió su ciclo evolutivo.
- Los algoritmos procesan información mejor que los humanos; por lo tanto, la autoridad debería pasar de los humanos a los sistemas de datos.
- El criterio supremo ya no es la felicidad humana sino el flujo eficiente de información.
En esta visión, lo humano deja de estar en el centro.
🔹 ¿Cómo amenaza la tecnoreligión los mismos ideales humanistas que la originaron?
La tecnoreligión nace del humanismo, porque el humanismo valora:
- La dignidad del individuo.
- La libertad humana.
- El “yo interior”.
- La autonomía del pensamiento.
- La experiencia subjetiva.
Pero cada una de sus dos ramas termina atacando esos mismos pilares.
Cómo el tecnohumanismo amenaza el humanismo
Aunque parece humanista, en realidad genera tres tensiones peligrosas:
📍 1. Destruye la idea del “yo interior”
Si la tecnología muestra que el “yo interior” es solo una serie de reacciones químicas y algoritmos cerebrales:
- – Desaparece la noción de libertad genuina.
- – Dejamos de ser “personas” para convertirnos en mecanismos biológicos.
Sin “yo”, no hay base para los derechos humanos ni para la libertad.
📍 2. Permite manipular el deseo humano
El tecnohumanismo dice que debemos mejorar la mente según nuestros deseos…
Pero la tecnología ya puede controlar esos deseos:
- Psicofármacos
- Estimulación cerebral
- Interfaces neuronales
- IA personalizada que predice y altera comportamientos
Si el deseo puede manipularse, ya usted no es libre.
Y si el deseo no es libre, el humanismo desaparece.
📍 3. Si el progreso tecnológico dirige nuestra evolución, ¿seguimos siendo humanos?
Una vez que delegamos decisiones fundamentales (emociones, pasiones, objetivos vitales) en tecnología:
- – Ya no somos sujetos autónomos, sino productos diseñados.
El tecnohumanismo termina destruyendo al humanismo que intenta salvar.
Cómo el dataísmo amenaza y “destruye” al humanismo
- El dataísmo es aún más corrosivo.
- Declara que el ser humano no es especial, solo un procesador de datos mediocre.
- La autoridad moral pasa del “yo interior” a algoritmos.
- La verdad ya no surge del pensamiento humano sino del flujo masivo de información.
- La libertad personal se reemplaza por la optimización algorítmica.
- La dignidad deja de ser un valor y se convierte en “eficiencia operativa”.
Si lo único que importa es “el dato”, entonces:
- – Tus emociones valen menos que la predicción de una IA.
- – Tu libertad vale menos que la optimización del sistema.
- – Tu subjetividad no importa.
- – Y la humanidad deja de tener un papel privilegiado en el mundo.
El dataísmo no solo mata el humanismo; elimina la necesidad del ser humano mismo.
Particularmente, creo que el camino que tomó Homo sapiens durante los últimos 300.000 años nos está llevando de manera lenta pero inevitable hacia una transformación profunda.
Con el tiempo, nuestra especie podría ramificarse, dando lugar a nuevas formas de humanidad: algunos más integrados con la tecnología —casi como autómatas o seres híbridos— y otros manteniendo características más tradicionales cuya evolución aún no podemos prever.
TierraSapiens